Recién terminado el Gran Premio de Malasia 2015 no se me ocurre un titular que describa mejor la situación actual de la Fórmula 1. Acabamos de presenciar posiblemente la carrera más ridícula de los últimos años, incluso me atrevería a decir que de toda la historia de la F1 moderna. Un deplorable espectáculo en el que ha quedado visible a ojos de todo el mundo la total y absoluta manipulación de la categoría. Cualquiera que tenga dos dedos de frente y siga mínimamente la competición se habrá dado cuenta del fraude que es a día de hoy. Fuera de los trolls de turno, el resultado de hoy no se lo cree nadie. Absolutamente nadie. Al menos nadie se lo va a tomar en serio porque es simplemente un chiste, una tomadura de pelo a todos los seguidores de la Fórmula 1. ¿No sabéis de lo que estoy hablando o no habéis visto la carrera? Analicémosla brevemente.
Después de una calificación pasada por agua la parrilla de salida quedó algo falseada, lo cual nos daba esperanzas de tener una carrera divertida hoy. En unas condiciones difíciles, Hamilton se llevaba la pole y Vettel arrebataba la segunda posición a Rosberg. La carrera fue una continua batalla de los Mercedes contra el Ferrari del alemán en la estrategia, donde terminaría imponiéndose este último contra todo pronóstico dando un recital en el circuito de Sepang. Puede parecer absolutamente normal, pero con entender un mínimo de cuál es la situación de los coches en lo que a rendimiento se refiere salta a la luz que el resultado es ridículo y completamente incoherente con todo lo que se había visto hasta ahora esta temporada.
Los coches de Mercedes son superiores. Infinitamente. No hay forma humana de que un Ferrari les iguale el ritmo, ni con el mejor pilotaje de la historia, ni con un pilotaje horrible por parte de los pilotos de la casa alemana. Es imposible. ¿En qué me baso? En la descomunal ventaja que tenían en la carrera anterior. Hace solo quince días. En calificación, Hamilton fue 1,4 segundos más rápido que un Vettel que ya había cuadrado una muy buena vuelta (no hay más que ver la comparativa con su compañero de equipo, que marcó el mismo tiempo, lo cual suele ser indicativo de que ambos pilotos han dado el máximo). En carrera terminó más de 30 segundos por delante y yendo a medio gas, tal y como apuntó Toto Wolff, el jefe de equipo. Vamos, que estaba muy claro que el Mercedes estaba compitiendo en otra categoría. Punto. Esto es así y ha quedado demostrado en la carrera anterior. En el peor de los escenarios posibles cabría pensar que el Mercedes no se adaptó bien al circuito de Sepang, lo cual no les va a quitar más que unas pocas décimas por vuelta. De todos modos, más de un segundo de ventaja tienen así que una mala adaptación al circuito no tiene por qué ser un problema.
Analizando la situación de Ferrari, también está claro que están un paso por delante de donde estaban la temporada pasada. De ser el cuarto-quinto equipo han pasado a pelearse por ser el mejor coche descartando a los Mercedes. Una evolución importante pero lógica, algo difícil de creer dada la gran reestructuración interna del equipo. No hay más que ver dónde está McLaren, equipo que también ha sufrido grandes cambios internos. Lo normal es que les pase algo así, pero bueno, aceptémoslo. En Australia estuvieron a la par que Williams en ritmo y finalmente consiguieron que Vettel terminase tercero, el único detrás de los Mercedes pero a un mundo y medio de distancia. En el mejor de los escenarios posibles aceptemos que el Ferrari se adapta a la perfección al trazado malayo y que esto les hace acercarse algo a los Mercedes. Aun así, la diferencia es tan tan grande que ni de broma podrían plantearse estar a su altura. Sí tratar de ser el segundo coche con cierta holgura.
Sin embargo, hoy desde la primera vuelta hemos visto a Vettel no solo estar a la altura de los Mercedes sino ser hasta por momentos más rápido. Cogiendo el último stint como referencia, en el cual Vettel y Hamilton llevaban el mismo neumático (ahora hablaré de eso porque... madre mía, telita también con ese tema) y ambos rodaban prácticamente igual. Hamilton apenas le pudo recortar unos miserables dos o tres segundos en esa parte final.
Entonces, que alguien me explique de dónde se ha sacado Ferrari esa mejoría de más de un segundo por vuelta de una carrera para otra. En serio, ¿alguien se cree que un coche mejore tantísimo en tan poco tiempo? Un equipo que trae una evolución importante (que no es el caso de Ferrari, por supuesto) puede ganar en el orden de 0,5 segundos por vuelta si me apuras. Y menos aún a día de hoy, que no se puede entrenar libremente. Y menos aún que esto lo haga un equipo que durante los últimos cinco años ha sido incapaz de fabricar un coche ganador, teniendo diversas estructuras internas en el apartado técnico. Ahora, en dos semanas hacen más que lo que han hecho en cinco años. Si esto no es un circo que venga Dios y lo vea.
Por supuesto, todos estos cálculos de tiempos están hechos tomando a Mercedes como referencia, el mejor coche de largo de esta temporada y también de la temporada anterior, un equipo al que nadie ha podido toser con la única excepción de Ricciardo (sin olvidarnos de que sus tres victorias fueron en carreras muy atípicas, con Hamilton abandonando en dos de ellas y en la otra saliendo último). No es posible creerse esa mejoría de Ferrari, ¿entonces fue Mercedes a medio gas? ¿Regalaron la victoria a Ferrari? En su sano juicio ningún equipo regalaría una victoria porque sí. No se qué creerme, es posible que fuesen ambas cosas a la vez. Porque sino, ¿cómo me explicas que Raikkonen, saliendo 11º y con un pinchazo en la primera vuelta, último tras la salida del Safety, acaba cuarto y con un ritmo similar al de los Mercedes? Yo no pienso pasar por el aro de esa manera. Llevo siguiendo esta competición desde hace más de diez años y he visto muchas cosas que no me han gustado, manipulaciones y robos a partes iguales, pero esto ya es la gota que colma el vaso. Hoy la carrera la tenía que ganar Vettel desde el lunes. Ferrari tuvo un ritmo increíble desde el viernes, a la altura de los Mercedes desde la primera vuelta. Esto estaba preparadísimo desde el primer segundo. He tragado con una persecución a la figura deportiva de Fernando Alonso en muchas ocasiones, en especial cuando trataron de robarle el mundial del 2006. Y el de 2007, el de 2012 y el de 2013. Todos son hechos absolutamente documentados y argumentados, sanciones sacadas de la manga (Monza 2006 y Hungría 2007 fueron escándalos de locos), cambios de neumáticos a mitad de temporada que todos sabemos a quién favorecen... casualmente, al mismo piloto que hoy ha vuelto a dar a Ferrari una victoria en un Gran Premio. Yo creo en las casualidades y creo en la suerte pero esto me supera completamente. Casualidad es que en una carrera vayas segundo y el piloto de delante tenga un problema puntual que te haga ganar la carrera. No es que de una carrera para otra tu coche sea más de un segundo más rápido con respecto a tu rival en cuestión de dos semanas en las que no ha habido NINGUNA MEJORÍA POR PARTE DE NINGÚN EQUIPO. De la primera carrera a la segunda apenas hay modificaciones menores en los coches. NUNCA se va a ganar más de UN SEGUNDO de la primera a la segunda carrera.
He dedicado una parte importante de mi vida a seguir esta competición que me enganchó desde pequeñito. La idea de una competición de ingeniería y de pilotos me atrajo desde que era un chaval y la he seguido ininterrumpidamente desde 2003, ayudado por la implosión de Alonso en aquel entonces. Me acabé aficionando más pronto que tarde a la competición más que al piloto. Tal es la pasión que he llegado a sentir por esto que he tragado con muchos escándalos, como Indianápolis 2005, los citados robos a Alonso, los cambios de reglamento a mitad de temporada sacados de la manga para favorecer a un piloto/equipo y un largo etcétera. Pero lo de hoy ha sido tan sumamente descarado y tan sumamente insultante para los aficionados de verdad a la categoría que mi pasión por la misma ha quedado herida de gravedad. He estado más de 40 vueltas negando con la cabeza ante el lamentable espectáculo que estaba presenciando. Y es una lástima porque la carrera, al margen del tongo en la parte frontal, estaba siendo una preciosidad del cuarto puesto para atrás. De hecho me atrevería a decir que ha sido una de las carreras más bonitas de los últimos tres o cuatro años, pero lo que ha pasado por delante ha sido tan escandaloso que me ha hecho redactar este artículo.
No se lo que voy a hacer a partir de ahora. Voy a necesitar bastante tiempo para asimilar lo que he visto hoy. El futuro de este blog depende de ello. He compartido con todos vosotros mi pasión por esta competición durante los últimos años y hoy me estoy planteando en serio si seguir con esto o no. Os mantendré informados a través de Twitter pero es posible que hoy se cierre un capítulo con llave en este blog. Durante los próximos días decidiré qué hacer. De momento, por si acabo rindiéndome ante este bochorno, os puedo decir que ha sido un placer para mí seguir durante todos estos años esta categoría y que lo he pasado muy bien tanto siguiendo la actualidad como recordando los hechos del pasado. Posiblemente si sigo adelante no lo haré comentando la actualidad deportiva sino que me limitaré de vez en cuando a escribir sobre algunos temas antiguos, pero la enorme farsa que se ha visto hoy me obliga a poner un punto y aparte en mi seguimiento de la actualidad de esta competición.
Un fuerte abrazo.
Jorge Alonso.
(Fer)
ResponderEliminarDijiste que ibas a hablar de la estrategia y al final se te olvidó. Aunque está claro que al hablar de todo esto te refieres a ello, pero no está de más matizarlo.
Una cosa es que Williams le regalase la victoria a su suministrador de motores en Austria, pero que sea un equipo el que renuncie a ganar para darle emoción al campeonato es ya tremendo.
Una cosa es que el árbitro le robe al Barça en la siguiente jornada para darle emoción a la Liga, pero que sea el propio Barça el que se dejase perder...
En fin, al menos esta noche empiezan las motos y la IndyCar, no está todo perdido.